Palacio Real de la Granja es una estupenda atracción turística para aquellos que vienen a comer a este restaurante tras un largo paseo. Restaurante Casa Zaca es famoso por tener cocina española. En este lugar, sus visitantes pueden tomar unos singulares patatas, un casero conejo y un bien trabajado conejo
Casa Zaca
Reseñas
El restaurante Casa Zaca está situado en el mismo centro del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, en la confluencia de las calles del Cristo y Embajadores, siendo en esta última donde tiene su entrada principal.
Fue una antigua casa de postas y casa de comidas desde la cual partían los coches de caballos hasta Madrid con pasajeros y mercancías. En 1940 Don Zacarías Peinador lo acondicionó como taberna y almacén de vinos, hasta que años después su hijo Mariano Peinador junto a su mujer Antonia Cornejo lo convirtieron en restaurante. En la actualidad son sus hijos y nietos los que regentan el negocio con la misma ilusión que sus padres y abuelos.
Embajadores nº6 – 40100 – Real Sitio de La Granja de San Ildefonso – Segovia | Telf. 921470087
Ofrece una cocina tradicional basada en la elaboración de platos con productos de la zona. El plato estrella son los Judiones al estilo de La Granja, junto a él, cebollas rellenas de bechamel y carne, patatas a la Importancia, alcachofas con almejas caldereta de cordero, conejo a la cazuela al aroma de tomillo, pollo picantón guisado con piñones, albóndigas , frambuesas con chocolate blanco, helado de higos o tocino de cielo con yogur son algunas de las suculentas propuestas.
La buena acogida de estos guisos animó a los protagonistas a difundir las recetas y en 2001, a través de la publicación “Las recetas de Antonia, cuarenta años de comida casera en Casa Zaca”, un recetario en el que además se plasma la historia de la casa y del que se han vendido más de 10.000 ejemplares, ya va por su cuarta edición.
Tuvimos la suerte de comer aquí el día 29/11/2016 y tengo que decir que comimos los judiones propios de la Granja más exquisitos de mi vida y en mi caso los había ya probado más veces e incluso en el mismo pueblo. Nos los sirvieron en dos cazuelas de barro profundas una para cada uno y bueno, una delicia. Completamos el menú con un chuletón para compartir, pues con los judiones ya casi comes, tambien excelente. Relación calidad-precio muy buena y el servicio espectacular para no desentonar. Muy, muy recomendable si algún día vais por estas tierras.