Hoy os traemos una tarta de manzana clásica, de preparación muy sencilla y rápida en su preparación. En la que trabaja el horno para nosotros. Esta hecha con ingredientes básicos, que seguro tienes por tu cocina y que son económicos, con lo que no te gastarás mucho dinero.
Tarta de manzana
Ingredientes
- 800 g. de manzanas (4 manzanas grandes)
- 2 huevos M
- 250 ml. de leche entera
- 250 g. de azúcar
- 120 g. de harina de trigo de todo uso
- 1 plancha de masa quebrada
- 50 g. de mermelada de melocotón o albaricoque
- 1 cda. de agua
- Molde desmoldable 18 cm.
Preparación
Preparación de las manzanas y la tarta
- Pelamos todas las manzanas excepto 1 que usaremos después para la decoración de la tarta. Troceamos las manzanas en dados, retirándoles las semillas interiores, y las ponemos en un bol grande. Añadimos al bol la leche, el azúcar y los huevos. Trituramos la mezcla con la batidora, añadimos la harina tamizada y volvemos a batir con la batidora hasta que nos quede una crema lisa y sin grumos.
- Forramos la base de un molde desmoldable con papel de horno. El papel nos facilitará en trabajo a la hora de colocar nuestra tarta en un plato de servicio. Untamos las pareces del molde con mantequilla. Colocamos la masa quebrada cubriendo la base y los laterales del molde.
- Vertemos la mezcla sobre la masa quebrada. Pelamos y descorazonamos la manzana que tenemos reservada. Vamos a colocarla en gajos finos en toda la superficie de la tarta. Reservamos.
Horneado y presentación final de la tarta de manzana
- En un cuenco mezclamos la mermelada con el agua mezclamos bien. Pintamos toda la superficie de la tarta, los gajos de manzana con esta mezcla. Recortamos el exceso de masa que sobresalga del relleno para que nos quede un borde liso.
- Con el horno previamente caliente a 180º C, horneamos la tarta durante 60-70 minutos. La pondremos en la bandeja del medio con temperatura arriba y abajo con aire. Si vemos que la manzana comienza a dorarse demasiado podemos tapar la tarta con papel aluminio.
- Pasado este tiempo retiramos la tarta del horno y dejamos que se temple antes de desmoldarla. Podemos disfrutarla templada o fría, de cualquiera de las maneras estará de rechupete.