La fondue tradicional se prepara siempre en el caquelón, que es un recipiente de barro refractario y mango corto. No son nada recomendables para las fondues de queso las modernas fondues de acero inoxidable, más propias para preparar fondues de carne.
Foundue de queso
Ingredientes
para 3-4 personas
- 300 gr. queso gruyere
- 200 gr. queso emmental
- 300 cc. vino blanco seco
- pizca de pimienta blanca
- nuez moscada
- una cucharadita de harina de maizena
- un diente de ajo
- Una baguette o barra de pan, para servir
Preparación
1º Preparación del caquelón
- Corta el diente de ajo por la mitad y unta con él las paredes del caquelón. Si no tienes este recipiente puedes usar cualquier otro de barro refractario que pueda ir al fuego. Una cazuela de barro refractario es una buena opción, siempre preferible a los recipientes metálicos.
2º Preparación del queso
- Corta el queso en trozos e introduce en el caquelón. Añade el vino blanco, reservando una pequeña cantidad para diluir la harina fina de maíz, que añadiremos a continuación. Sazona con la pimienta y la nuez moscada, y deja calentar a fuego medio.
3º La fondue, fundido del queso
- Lo mejor es remover con una cuchara de madera hasta que vemos que la fondue empieza a burbujear suavemente y el queso está completamente fundido.
- Lo ideal es servirlo en el mismo recipiente en el que se van mojando dados de pan. Si el pan es muy tierno, es preferible tostar los dados de pan unos minutos en el horno, para que queden crujientes y no se deshagan al mojar en el queso caliente.
Cómo servir la fondue de queso
- La fondue es ideal para una cena o almuerzo informal entre amigos, y es muy divertida y fácil de preparar, como hemos visto. Sirve esta receta de fondue de queso tradicional en el centro de la mesa, donde los comensales irán mojando el pan. Para mantener la temperatura podemos poner debajo una vela calientaplatos, o una plancha eléctrica a baja potencia, aunque el barro refractario conserva bastante bien el calor. También se puede acompañar de patatas cocidas y verduras, según es costumbre en muchas zonas de Suiza y los Alpes, de donde procede el plato.