Este guiso de costillas de cerdo con patatas es una receta tradicional con pocos y sencillos ingredientes y con un resultado delicioso. Las patatas y la carne quedan tiernas y el caldo que las acompaña tiene mucho sabor gracias al sofrito que se prepara a base de ajos y puerro. El aporte del pimentón y las especias son el toque definitivo para acertar con la receta.
Costillas con patatas
Ingredientes
- 1 puerro pequeño o medio si es grande.
- 400gr de costillas adobadas.
- 600 gr de patatas (aproximadamente, yo le puse 4 medianas-grandes).
- vaso y medio de vino.
- pimentón dulce o picante, según preferencias.
- 3 dientes de ajo.
- Agua (para cubrir).
- 1 hoja de laurel.
- Sal.
- Aceite de oliva.
Preparación
- Picamos el puerro y el ajo, en cachelos o como más nos guste. La ponemos con dos cucharadas de aceite, a fuego medio-alto en la olla en la que vamos a hacer las costillas.
- Cuando veamos que empieza a dorarse, le añadimos las costillas y subimos el fuego. Lo mantendremos alto unos minutos (2-5 dependiendo del tamaño de las costillas), hasta que se dore todo bien.
- Una vez dorados los ingredientes añadimos el pimentón (2 cucharaditas) y seguidamente el vino. Es importante que en este paso tengamos cuidado, el pimentón se quema en seguida y puede estropear el sabor de toda la olla.
- Una vez que el alcohol del vino se haya evaporado, añadimos las patatas peladas y troceadas, el laurel, la sal y el agua, suficiente como para cubrir todos los ingredientes. Los pedazos de patata no tienen porqué ser uniformes. En este paso, tendremos que tener cuidado de que el vino no se evapore por completo ( dependemos de la potencia del fuego) tendremos que tener cuidado de que no se evapore todo el vino y se nos quemen los ingredientes.
- Ahora ya sólo queda lo más fácil: ponemos la olla a fuego alto, hasta que se suban las rallas y después, una vez que hayan subido, lo dejaremos a fuego bajo unos 20 minutos, más o menos.
NOTAS
Si nos las vamos a comer en ese momento, este paso se puede omitir. Para los que cocinamos de un día para otro, es interesante saber cómo quitarle peso al plato, es decir; cómo aligerar el número de calorías. Como partimos de un plato frío, lo que haremos es quitar la grasa de encima, un par de cucharadas y el plato queda mucho menos poblado de ese aceitillo flotante que tantos disgustos nos da. Si queremos un extra de sabor, con media pastilla de caldo, se intensifica bastante. Por la zona de León es habitual que hacia el final de la preparación del plato se le añadan unos puñados de arroz.