Las arepas son una comida sencilla hecha con 3 ingredientes en tan solo 30 minutos. Son muy sabrosas e ideales para rellenar con tus ingredientes favoritos.
Arepas
Ingredientes
- 2 y 1/2 tazas de agua (625 ml), templada
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra, opcional
- 2 tazas de harina de máiz blanco precocida (320 g)
Rellenos:
Imaginación y creatividad, además de los gustos, son fundamentales. Queso, jamón, pollo, cerdo, aguacate, huevos revueltos, cebolla y tomate, verduras…
Preparación
- Echa el agua en un bol grande, añade la sal y el aceite (opcional) y remueve.
- Añade la harina poco a poco, removiendo con la ayuda de una cuchara.
- Cuando te cueste remover con la cuchara amasa con tus manos para eliminar los grumos durante unos 2 minutos. Si la masa queda muy líquida, añade más harina poco a poco y si está muy seca, añade más agua. Ten en cuenta que la masa tiene que reposar y que va a endurecerse. En principio con las medidas que te doy debería quedar una masa perfecta.
- Deja reposar la masa durante 5-10 minutos.
- Para hacer las arepas lo ideal es mojarse ligeramente las manos, así la masa no se pegará a nuestras manos. Divide la masa en 10 bolitas y darles forma de arepa aplastándolas con las palmas de las manos. Si tus arepas se cuartean un poco, puedes darle unos retoques a las grietas con tus manos mojadas para que la superficie quede lisa. Si tus arepas se cuartean mucho, es que tu masa necesita un poquito más de agua (añade 1 cucharada cada vez hasta que quede perfecta).
- Añade un poquito de aceite en una sartén grande y extiéndelo con ayuda de una brocha o de papel de cocina. Calienta la sartén y cocina las arepas que te quepan (yo las cociné en dos tandas de cinco arepas) a fuego medio durante unos 5-7 minutos por cada lado. No levantes las arepas, déjalas cocinar durante al menos 3-5 minutos antes de darles la vuelta. La superficie de la arepa se dorará ligeramente, pero ten cuidado de que no se queme.
- Deja enfriar un poco las arepas para que puedas tocarlas con las manos sin quemarte.
- Ábrelas por la mitad con ayuda de un cuchillo y rellénalas con lo que más te guste.
- Guarda las sobras en la nevera en un recipiente hermético durante 3 ó 4 días, aunque están mejor recién hechas.